29 de abril Día del animal
En el día del animal, desde el Plan Provincial de Lectura y
Escritura, homenajeamos a los animales célebres de la literatura.
¿Quién no
se acuerda, por ejemplo, de Platero? El burro que inmortalizó Juan Ramón Jiménez en su
libro Platero y yo.
“Platero
es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón,
que no lleva huesos”, decía en la primera página.
La literatura en general y la literatura infantil y juvenil en
particular es un vasto territorio habitado por animales y muchos de ellos en un
rol protagónico. Compartimos en este documento, algunas aproximaciones, a modo
de “piedritas” para seguir como Hansel y Gretel.
Animales literarios
Existen, desde siempre, distintas
formas de vinculación entre los animales y la literatura y un aspecto que se
destaca por la abundancia de historias es la de animales humanizados, presentes
en las fábulas y en la mayoría de los cuentos clásicos.
El lector sea de la edad
que sea, acepta el juego ficcional y asume que los animales tengan conductas
exclusivamente humanas. Los animales “humanizados” se leen como
arquetipos, que permiten con
ironía hacer una crítica a las
relaciones humanas, o en algunos casos a lo largo de la historia de la
literatura infantil como medio para impartir enseñanzas a los jóvenes lectores.
Estrella Ortíz en su
libro Contar con los cuentos, dice: “El
Panchatantra, una de las primeras obras de nuestra era, transmite en sus
cinco libros reglas de conducta a los reyes y príncipes por medio de fábulas de
animales” (Ortíz, 2002- 140)
De nuestros autores
argentinos, Gustavo Roldán dedicó gran
parte de su obra a los animales del monte chaqueño. Escribió numerosos cuentos,
como: El monte era una fiesta, Como si el ruido pudiera molestar,
Sapo en Buenos Aires y Cuentos del
zorro, entre otros. En cada una de esas historias, los animales son los
protagonistas, de igual manera que en los relatos que construye el escritor y
titiritero Javier Villafañe en Don Juan
el zorro, o Los sueños del sapo.
En otras historias, los
animales se relacionan con las personas, como en el clásico Cuentos de la selva, del rioplatense
Horacio Quiroga, donde el autor pone el foco en la convivencia entre animales y
las personas en la selva misionera.
Entre los animales más
destacados de la literatura infantil y juvenil (LIJ), el zorro es de los
personajes más populares y aparece en muchos cuentos como el “pícaro”; le
siguen los conejos y los gatos.
Pero sin dudas, entre
los animales literarios más populares y solicitados está el Lobo. En los
clásicos, lo encontramos en Caperucita,
Los tres cerditos, Los siete cabritos y el lobo, Pedrito y el Lobo.
Históricamente ha
representado al personaje que encarna la ferocidad y la amenaza a los débiles y
desde ese lugar, ha sido el terror de las infancias.
Pero de un tiempo a esta
parte el personaje fue sufriendo transformaciones, adaptaciones, y otros
lobos son los que lo han sucedido.
De esta manera, en la
actualidad literaria, junto a los clásicos, coexisten lobos vegetarianos, sensibles, capaces de
negarse a obedecer el mandato familiar de ser cazador y de ser el “malo” del
cuento.
Lobo rojo y caperucita
feroz, de Elsa Bornemann, El lobo que quería ser una oveja de Mario Ramos,
Caperucita tal como se la contaron a Jorge, de Luis María Pescetti, Pobre
lobo, de Ema Wolf, Caperucita
en la versión de Rohal Dalh; ¡Feroz Feroz! de Lilliana
Cinetto, son algunos de los tantos ejemplos.
Otra forma de presencia
es la de los animales como mascotas, la forma más parecida a la experiencia
real; animales como compañeros de humanos, situaciones de encuentro entre
animales y humanos conservando cada cual el lugar que ocupan a su género. Un
ejemplo es Mi perro Gruyere, donde la
literatura trabaja sobre los temas difíciles, como la pérdida de una mascota
querida.
Los animales, aunque
haya pasado el tiempo, siguen gozando de buena salud en la LIJ, las historias
para niños y niñas con animales como protagonistas son de carácter
variado, las nuevas historias y nuevas versiones de viejos cuentos aseguran su
permanencia en este campo.
Algunas lecturas recomendadas:
Los animales mitológicos
ocupan un lugar especial en la literatura, entre ellos los dragones, los
grifos, el Minotauro. Inspirados en este último, Cortázar reinventa el mito en su obra Los Reyes, muy recomendable
para leer con chicos de escuelas secundarias; por su parte Jorge Luis Borges
escribió La casa de Asterión.
En Yo y mi gato de Yoyiro Kitamura, un niño se despierta
como todos los días pero a medida que le suceden cosas se da cuenta que no es
él sino que está en el cuerpo de su gato. Es un cuento visualmente rico
con un texto que a través del humor, nos lleva a pensar en qué pasaría si las
cosas no fueran siempre así, a jugar con la posibilidad de ponerse en lugar del
otro.
María Elena Walsh nos
dejó la historia disparatada de Dailan
Kifki, una mascota un tanto singular.
El oso que
no lo era, de Frank Tashlin, es un cuento breve que trata la situación de un oso que
duda de su identidad a partir de las afirmaciones que las personas que lo
rodean hacen sobre él.
Algunas actividades sugeridas para trabajar en el aula:
ü Investigar en los
cuentos que los niños y niñas conocen e identificar la función ficcional, si es
animal-humanizado o animal -animal.
ü Cómo es la historia del
nombre de tu mascota. Exponer estas fotos con las historias en el pasillo de la
escuela
ü Escribir sobre un animal
que los chicos conozcan, una mascota propia de algún familiar
ü Ver la película “El
increíble señor zorro” basado en el libro de Rohal Dalh
ü ¿Conoces algún cuento en
que los animales se comporten como personas y los personas como animales?
Trabajar estas preguntas disparadoras en un conversatorio en el aula
ü ¿Qué pasa si un día te
levantás y te ves transformado en: un león, una cucaracha, un perro. Realizar
un juego teatral con esta propuesta y luego escribirla como una ficción en
primera persona
ü Hacer un afiche con los
animales más famosos de la literatura y el cine, para exponer en la escuela con
la pregunta ¿sabés de qué historia, película, cuento o novela es?
ü Mochuelo (el dragón de
Cómo educar a tu dragón), Rocinante, El gato con Botas, Baloo (el oso del Libro
de la Selva), El zorro de El Principito, El conejo Pedro de Beatrix Potter,
entre otros
Desde el
Plan Provincial de Lectura y Escritura (PPLyE) los invitamos a que compartan
las experiencias realizadas a: consultasplanlecturaba@gmail.com