jueves, 21 de marzo de 2019

DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA

Estimada Comunidad Educativa:
Desde el Plan Provincial de Lectura y Escritura (PPLyE), les queremos dar la bienvenida a este nuevo ciclo lectivo. Durante todo el año, le acercaremos a cada una de las escuelas una serie de documentos breves, a través de los cuales iremos conversando e intercambiando ideas en torno a la lectura y la escritura, entendidas como prácticas sociales y culturales.
En esta oportunidad, les queremos proponer actividades y sugerencias para conmemorar el Día Mundial de la Poesía, establecido en nuestro Calendario Escolar a través de la Ley 12.489.
Desde el PPLyE, promovemos el diálogo de la escuela no solo con el mundo en que está inserta, sino con todos los mundos posibles que nos permiten habitar la lectura y la escritura, sabiendo que los educadores tenemos la ineludible tarea de abrir nuevos horizontes y posibilidades.


                             Día Mundial de la Poesía
Desde 1999, cada 21 de marzo se celebra el Día Mundial de la Poesía, por iniciativa de la UNESCO en su 30° Conferencia General. La Ley Provincial N° 12.489, por su parte, incorporó esta fecha en el Calendario Escolar recomendando a las escuelas “realizar clases especiales sobre dicho género literario”. 
21 de marzo 

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Desde el Plan Provincial de Lectura y Escritura, les proponemos una serie de actividades y sugerencias para trabajar en las instituciones educativas de todos los niveles y modalidades, con la intención de continuar consolidando la presencia de la poesía en las escuelas, para explorarla, experimentarla y disfrutarla en todos los espacios y tiempos posibles. 
Invitar a leer y escribir poesía es una experiencia que permite jugar con las palabras, estirarlas, darles forma, mostrar imágenes o sentir su ritmo, saboreando la poesía, en sus diversas formas y sentidos, con sus palabras susurro y sus palabras grito. 
Para que la poesía se multiplique en las aulas, es importante que toda la comunidad educativa sea protagonista de la búsqueda poética, a través del trabajo en el aula o la biblioteca, compartiendo poemas de autores reconocidos universalmente y también de los poetas de cada región, ciudad o pueblo de la provincia de Buenos Aires. 
Esperamos que el encuentro con lo poético movilice la lectura individual y colectiva, así como también el acto creativo. No hay que perder de vista que la poesía provoca, invita al juego, se ofrece al goce a la vez que desafía al lector desde sus sorpresas. 
En el aula o la biblioteca u otro espacio de la escuela, proponerla es brindar una experiencia única con el lenguaje, que devuelve a los lectores la posibilidad de desplegar toda su potencia creadora, gracias a su poder de subvertir la realidad con las palabras y su potencial para construir mundos imaginarios.

¿Por qué leer y escribir poesía en la escuela?
A través de sus recursos, la poesía, a la vez metáfora, absurdo, organizaciones inesperadas de palabras desacomoda al lector y pone en crisis su relación con el lenguaje. Un texto poético es un territorio verbal diferente. La escritora María Cristina Ramos lo identificó como un “tejido de caladuras”, que produce distintas sensaciones y resonancias. Desde las nanas hasta las poesías más narrativas, el lector o el escucha es interpelado desde su emotividad, a través de la melodía de las palabras, de la sonoridad propia de la poesía, que siempre es variable. 
Así, la poesía interpela a niños, niñas y adolescentes en tanto sujetos receptores capaces de atravesar experiencias estéticas durante su trayecto formativo.
Puede decirse que las representaciones que el texto poético conlleva, puestas en juego con el imaginario de la comunidad lectora y escritora, producen en ellos modificaciones, ya sea porque los llevan a identificarse o a confrontar con aquello que leen. 

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Desde donde abordarlo:
● Espacios poéticos 
En todo hay poesía, solo hay que hallarla. Se trata de habilitar espacios poéticos, pensados como verdaderos encuentros con la poesía: habilitarlos desde la ornamentación pero sobre todo desde la propuesta de lectura, en donde se incorpore además lo trabajado previamente en cada aula. De tal manera que, en estos espacios de poesía, también se recite, se lea, se cante un poema o haya una expresión corporal acompañada de los textos. 
Algunos espacios posibles para intervenir con poesías: 
- SUM: colocando móviles. Cajas de distintos tamaños con libros de poesías. 
- Patios: colocando tarjetas en los árboles y cruzando hilos de un extremo al otro del patio, colgando las poesías. 
- Pasillos: pegando poemas que traigan de sus hogares, para poder leerlos en los recreos, elegir uno y llevarlo para compartir con otros, ya sea los propios compañeros, docentes o familia.
- Puertas y ventanas: colocando algunos versos de sus autores favoritos. 
- Pisos: colocando barcos de papel en cuyo interior haya textos poéticos. 
- Paredes: colocando afiches con letras de canciones.
 
● La poesía en todas sus manifestaciones artísticas 
 Poesía y folclore. La poesía folclórica es de todos y para todos. No sabemos quién la inventó, por eso son anónimas, pero sí sabemos que el pueblo se las apropió y durante siglos funcionó como eje de transmisión de la cultura popular de generación a generación. Se propone recuperar las retahílas, poemas para contar, para echar suerte, mentiras y disparates, nanas, trabalenguas, rondas tradicionales.   Poesía y música. Escuchar, leer, cantar poesías que son canciones, eligiendo aquellas que corresponden al interés y el gusto de los niños/jóvenes y también al gusto que tienen los docentes y padres, para enriquecerse mutuamente en el


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intercambio, pudiendo abordar de esta manera diferentes géneros musicales. Con los más pequeños será muy valioso trabajar con las nanas, rondas y coplas.   Poesía y danza. Una danza cuya música sean las palabras. Proponemos que surja una danza libre y espontánea a partir de la lectura de un poema, ya sea interpretando con el cuerpo su contenido o expresándose a partir del ritmo que propone el poema. Y si de jugar y danzar con las palabras se trata, es muy rico también explorar las jitanjáforas, en donde prevalece el ritmo sobre los versos con sentido. Partir de esa musicalidad que nos ofrecen las palabras para manifestarlas corporalmente, trasladarse en el espacio, encontrar un ritmo personal y posteriormente un movimiento grupal   Poesía y plástica. Que no falte el color, las imágenes, el paisaje otoñal manifestándose con sus variados matices que nos invitan a crear. A partir de los poemas leídos, y teniendo en cuenta las sensaciones y lo interpretado, expresarse usando los recursos propios del área. Desde la plástica se pueden realizar: 
- Ilustraciones 
- Personajes u objetos mencionados en el texto 
- Móviles poéticos 
- Tarjetas 
- Búsqueda de pinturas o fotos donde se vincule imagen-texto.
 Poesía y juego. Casi todas las formas o formulillas poéticas son una puerta para jugar con el lenguaje. Sería un punto de partida interesante jugar con la palabra sonido, la repetición, las retahílas, la onomatopeya, la jitanjáfora, los limericks, las adivinanzas, los trabalenguas, por citar solo algunos. 

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A modo de cierre
La poesía promueve un modo de conocimiento del mundo que abre la puerta a la diversidad, a la ampliación de las fronteras, no solo territoriales sino también culturales. La escuela es responsable de dar lugar a esta apertura de fronteras desde lo que le es propio y también desde lo que le es ajeno; es por eso que debemos dejar “entrar” la poesía a las aulas.
Uno de los propósitos centrales del Plan Provincial de Lectura y Escritura es acercar la literatura a la escuela, poniendo en diálogo las prácticas sociales y culturales de lectura y escritura con las prácticas escolares. Leer poesía como se lee en la sociedad intercambiando con otros lectores, recomendando lo leído, recorriendo un repertorio amplio de autores, siguiendo un género, etc.- es una de las tareas que los docentes debemos poner en juego de manera cotidiana, dado que la formación del lector literario constituye un camino a recorrer de manera sostenida en las escuelas.
Tal como plantea Michele Petit, “la literatura y el arte son componentes del arte de habitar”. Es por eso que los invitamos a habitar las escuelas con poesía.











 




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BIBLIOGRAFÍA 

 Martínez Carranza de Delucchi, S. (2015). “Poesía infantil: tres lecturas para el sostén del mediador”. En: Blanco, L. (Comp.) Libros en vuelo. Literatura, infancia y sociedad. Córdoba: Comunicarte. 
 Montes, G. “La gran ocasión. La escuela como sociedad de lectura”. En Revista Imaginaria, diciembre de 2007. Disponible en: http://www.imaginaria.com.ar/22/1/lagran-ocasion.htm (consultado: 7 de marzo de 2015) Itinerarios de lectura (para seguir leyendo) 
 Andricaín, S. y Rodríguez Antonio. Poesía y escuela. ¿Y qué hago con el poema? Buenos Aires: Lugar Editorial. 
 López, M.E (Comp). Artepalabra. Voces en la poética de la infancia. Buenos Aires: Lugar Editorial. 
 Origgi de Monge, A. Textura del disparate. Estudio crítico de la obra infantil de María Elena Walsh. Buenos Aires: Lugar Editorial. 
 Ramos, M.C. (2012). Aproximación a la narrativa y a la poesía para niños. Los pasos descalzos. Buenos Aires: Lugar Editorial. 
 Serrano, M. A; Arroyo, E. (2000).Voces de infancia. Poesía argentina para chicos.

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